Pues a a ver...hemos
estado varias veces y todas hemos salido contentos. Normalmente tienen una
pizarra con la carta (no hay cartas en las mesas, te levantas a verlo o le
haces un foto con el móvil, o como tú veas...). Van cambiandola a menudo, por
esto es fácil que vayas a por las quesadillas de la anterior vez y no estén
ya en carta....pero hay una buena noticia, llamas, y le expresas tu deseo
irrefrenable de cenar eso, y, según nos comentan, no hay problema en
preparartelo... A mi he han gustado muchísimo siempre los platos, con mención
especial a unas costillas con miel riquisisisisimas, las quesadillas, y el
atún (preparado de varias maneras). Super mención a los postres...una de las
mejores tartas de zanahoria que yo he probao y la red velvet (de remolacha y
mascarpone) que te quita las penas, y olé. No los hacen ellos, que me lo chivó un camarero, son de una panadería de esa misma calle...Poeta Quintana, ¡qué gran descubrimiento!
El vino, mien, las copas un poco chusqueras, por esto no tiene un corazoncito
el sitio. Por esto y porque te vas con un ligero olor a croquetilla al
terminar...no es olor a fritanga horrible, peeeeeero....
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